domingo, 18 de mayo de 2008
Lapesa
Este año se conmemora el centenario del nacimiento de Rafael Lapesa Melgar, insigne filólogo, trabajador infatigable, brillante investigador, entregado profesor, generoso maestro, una de tantas personas formadas antes de la guerra civil y que, tras ella, contribuyeron con su labor a que España no fuera un páramo ni tan gris.
Más que glosar sus principales aportaciones, o resumir su meritoria trayectoria, quisiera como pequeño homenaje a esta notable figura, probablemente desconocida por muchos, traer aquí unas breves notas escritas por él mismo a edad avanzada y que inciden en los
"ASPECTOS QUE CONSIDERO MÁS REPRESENTATIVOS DE MI VIDA PROFESIONAL
1) La experiencia resultante de haber enseñado a alumnos de Bachillerato, desde niños o niñas de primeros cursos hasta adolescentes de los últimos, y a alumnos universitarios de diversos grados.
2) Haber evitado en la clase toda crítica de otros profesores o toda prédica de carácter político.
3) Haberme interesado por los problemas personales que me han expuesto los alumnos o he advertido en ellos.
4) Haber intentado contagiar el goce de la belleza literaria, o la admiración ante la grandeza moral.
5) Haber gozado enseñando.
6) En las disidencias o polémicas, haber evitado la violencia o el sarcasmo".
Creo que estas pocas palabras, provenientes de un académico de la Lengua, un doctor "honoris causa" de seis universidades, un presidente de la Asociación Internacional de Hispanistas, un Premio Príncipe de Asturias, etc., dicen mucho acerca de quién fue Rafael Lapesa Melgar.
Más que glosar sus principales aportaciones, o resumir su meritoria trayectoria, quisiera como pequeño homenaje a esta notable figura, probablemente desconocida por muchos, traer aquí unas breves notas escritas por él mismo a edad avanzada y que inciden en los
"ASPECTOS QUE CONSIDERO MÁS REPRESENTATIVOS DE MI VIDA PROFESIONAL
1) La experiencia resultante de haber enseñado a alumnos de Bachillerato, desde niños o niñas de primeros cursos hasta adolescentes de los últimos, y a alumnos universitarios de diversos grados.
2) Haber evitado en la clase toda crítica de otros profesores o toda prédica de carácter político.
3) Haberme interesado por los problemas personales que me han expuesto los alumnos o he advertido en ellos.
4) Haber intentado contagiar el goce de la belleza literaria, o la admiración ante la grandeza moral.
5) Haber gozado enseñando.
6) En las disidencias o polémicas, haber evitado la violencia o el sarcasmo".
Creo que estas pocas palabras, provenientes de un académico de la Lengua, un doctor "honoris causa" de seis universidades, un presidente de la Asociación Internacional de Hispanistas, un Premio Príncipe de Asturias, etc., dicen mucho acerca de quién fue Rafael Lapesa Melgar.
Etiquetas: Rafael Lapesa
Comments:
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Todo un MAESTRO, sí señor.
Es curioso los poquísimos filósofos de verdad que han salido en España en las últimas décadas, que hayan aportado algo interesante y original. Desde Ortega y Gasset, quizás Zubiri y a lo mejor este Lapesa.
Saludos.
Es curioso los poquísimos filósofos de verdad que han salido en España en las últimas décadas, que hayan aportado algo interesante y original. Desde Ortega y Gasset, quizás Zubiri y a lo mejor este Lapesa.
Saludos.
Hola Mad, tan sólo una precisión: Lapesa fue filólogo, no filósofo. Aunque eso no quita para que fuera un gran maestro.
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