miércoles, 20 de mayo de 2009
El espejo del alma
"[...] la naturaleza no sólo le ha dado al hombre la voz y el lenguaje para que sean los intérpretes de sus pensamientos, sino que al desconfiar de su posible abuso, hizo además hablar a su frente y a sus ojos para desmentirlos, cuando no fueran fieles. En una palabra, ha hecho que se exhiba toda su alma en el exterior y no es necesaria en absoluto una ventana para conocer sus movimientos, sus inclinaciones y sus costumbres, ya que aparecen sobre su rostro y están escritos en él en caracteres bien visibles y manifiestos".
Marin Cureau, L'Art de connaître les hommes, 1660. Citado en Historia del cuerpo, Madrid, Taurus, 2005, vol. I.
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