sábado, 18 de agosto de 2007

 

RR


Tal día como hoy pero de hace 70 años nació en Santa Mónica (California) un auténtico sex symbol, que pese a haber envejecido sigue siendo mundialmente famoso por su atractivo físico: Robert Redford. Sin embargo, hay que reconocer que Redford (como tantos otros, desde Paul Newman a Leonardo DiCaprio o Matt Damon) es mucho más que una cara bonita. Redford tiene a sus espaldas una notable carrera como actor y como director, además de ser el responsable del Festival de cine independiente de Sundance.

Como pequeño homenaje a su figura me gustaría recordar aquí una película menor en su filmografía (Dos hombres y un destino, El golpe, Memorias de África…). Estoy seguro de que Redford no pasará a la historia por esta película, pero yo siempre me acordaré de él por ella, porque me marcó en su momento. Fue estrenada en 1984 (8 añitos que tenía el menda) y llamada por aquí El mejor.

Supongo que el género “películas de deportes” tiene tantos admiradores como detractores. El caso es que a mi, que fui en mis tiempos mozos un buen y asiduo deportista, siempre me ha gustado bastante. Y una de las películas de este tipo que recuerdo con más cariño y emoción es precisamente El mejor.

La segunda película dirigida por Barry Levinson (El secreto de la pirámide; Good Morning, Vietnam; Rain Man; Toys; etc.) narra la historia de Roy Hobbs, un hombre con un talento “natural”. Pero la vida no es fácil, ni siquiera para los que tienen un don.

Se centra en un deporte escasamente practicado en nuestro país: el béisbol (deporte en el que, por cierto, destacó Redford en su juventud). Quizá eso pudo influir en que me llamara tanto la atención, no lo sé. El caso es que en poco tiempo mi hermano y yo nos hicimos con un bate, un guante, una pelota… y logramos poner de moda el béisbol en la urbanización en la que vivíamos, para indignación de varias vecinas, que veían peligrar, con razón, las cristaleras de las terrazas.

A mi juicio la película, libre adaptación de una novela de Bernard Malamud e inspirada en el jugador “Shoeless” Joe Jackson, tiene algunos altibajos, pequeños fallos de ritmo, pero tanto la historia, como la música de Randy Newman y las interpretaciones de Robert Duvall, Kim Basinger, Glenn Close, Wilford Brimley... merecen la pena. A mi se me pone la carne de gallina siempre que la veo.



Resumiendo, yo le daría una oportunidad a esta película de segundas oportunidades:

Iris- Yo creo que tenemos dos vidas.

Roy- ¿Qué quieres decir?

Iris- La vida con la que aprendemos y la que vivimos con lo aprendido.

Etiquetas: , ,


This page is powered by Blogger. Isn't yours?