lunes, 20 de agosto de 2007
Patinando
Aunque hace muchos años que no patino, el hecho es que me encanta la sensación de ir deslizándome sobre el asfalto, y más aún sobre hielo. Si uno no domina la técnica, puede ser peligroso, aunque también muy divertido.
Recuerdo que yo aprendí a montar en bicicleta a edad bastante tardía, y al poco tiempo empecé también a patinar.
Hubo una época en que prácticamente todas las tardes bajaba a la calle a patinar con mis amigos. El caso es que en el lugar en el que vivíamos había un chico bastante mayor que nosotros que era un auténtico artista con los patines, y eso servía de aliciente al resto. Yo deseaba fervientemente patinar tan bien como él, y me esforzaba por aprender más y más.
Pero como tantas cosas, el patinaje ha quedado en el baúl de los recuerdos, y eso que hay una pista de patinaje sobre hielo a cinco minutos de mi casa.
Eso no quita para que me entren unas ganas enormes de patinar cada vez que veo a alguien haciéndolo, ya sea en la realidad o en la ficción. En este instante me vienen a la cabeza dos películas (de las centenares que habrá) altamente recomendables en que me divierten mucho las escenas de patinaje que salen. Son, además, dos bellas historias de amor: la hermosísima e inquietante Portrait of Jennie (1948), de William Dieterle, con Jennifer Jones y Joseph Cotten; y la simpática y entrañable Beautiful Girls (1996), de Ted Demme (fallecido a los 38 años de edad), con Natalie Portman, Timothy Hutton, Uma Thurman, Matt Dillon y Mira Sorvino.
Portrait of Jennie (1948)
Beautiful Girls (1996)
Imagen: Peter Brueghel el Viejo, Paisaje invernal con trampa de pájaros, 1565.
Etiquetas: Beautiful Girls, Deportes, Películas, Portrait of Jennie
Siempre olvido los nombres, pero con el suyo voy a hacer una excepción
Un largo puro, un buen mostacho y unas gafas redondas, unos ojos juguetones, una oscura levita y un andar desgarbado. Estos rasgos bastan para identificar a uno de los cómicos más geniales de todos los tiempos, fallecido hace 30 años. Se trata, cómo no, de Julius Henry Marx, más conocido como Groucho, quien junto a sus hermanos protagonizó un buen puñado de películas que deberían de estar en toda filmoteca que se precie, sobre todo de aquellos que padezcan depresión o tristeza crónica.
Se ha definido a Groucho como un ególatra, un excéntrico, un gruñón, un maniaco sexual… Poco importa. De lo que no cabe duda es de que tenía gracia y hacía reír a la gente casi sin proponérselo.
Tiene frases y escenas realmente memorables. Como muestran un botón de sus muchas apariciones en películas:
En este simpático video casero de los años 30 se le ve con su familia haciendo el ganso, precisamente el año en que se estrenó la famosa sopa:
Y en este otro aparece como invitado en el show de Bill Cosby:
Da lo mismo que fuera en blanco y negro o en color, joven o viejo, de forma planificada o improvisada. Fue un hombre con recursos, que supo vivir de su talento humorístico. ¿Hay algo más bonito que lograr poner una sonrisa en los demás?
Etiquetas: Groucho Marx, Películas