viernes, 26 de diciembre de 2008
A los 70 años de edad
"[...] estudiantes míos, [...] sería congojoso que os ejercitarais en el abuso de las armas de fuego -o de las llamadas blancas- y que las escondierais en el mondado libro de matute, pero más congojoso será que os dejéis ganar del ejercicio de otras armas peores. Me refiero a las de la calumnia, la injuria, la insidia y el insulto de que tanto empiezan a abusar vuestros mayores. Os están enseñando a calumniar, a injuriar, a insultar a la generación de vuestros padres y abuelos. Os están incitando a despreciarlos. Os están incitando a renegar de los que os dieron vida.
Vosotros, estudiantes españoles, que os ejercitáis en la investigación científica, histórica y social, en la dialéctica -escuela de tolerancia y de comprensión de la concordancia final de las discordancias; de la coincidencia de las oposiciones que dijo el Cusano- vosotros tenéis que enseñar a vuestros padres -a nosotros- que esa marea de insensateces -de injurias, de calumnias, de burlas impías, de sucios estallidos de resentimientos- no es sino el síntoma de una mortal gana de disolución. De disolución nacional, civil y social. Salvadnos de ella, hijos míos. Os lo pide al entrar en los setenta años, en su jubilación, quien ve en horas de visiones revelatorias rojores de sangre y algo peor: livideces de bilis".
Discurso de Unamuno en la Universidad de Salamanca, 1934.
Vosotros, estudiantes españoles, que os ejercitáis en la investigación científica, histórica y social, en la dialéctica -escuela de tolerancia y de comprensión de la concordancia final de las discordancias; de la coincidencia de las oposiciones que dijo el Cusano- vosotros tenéis que enseñar a vuestros padres -a nosotros- que esa marea de insensateces -de injurias, de calumnias, de burlas impías, de sucios estallidos de resentimientos- no es sino el síntoma de una mortal gana de disolución. De disolución nacional, civil y social. Salvadnos de ella, hijos míos. Os lo pide al entrar en los setenta años, en su jubilación, quien ve en horas de visiones revelatorias rojores de sangre y algo peor: livideces de bilis".
Discurso de Unamuno en la Universidad de Salamanca, 1934.
Etiquetas: Miguel de Unamuno