sábado, 12 de enero de 2008
Para nada no, desde luego
"Trabajé el aire,
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego;
humo son mis obras,
cenizas mis hechos.
...Y mi corazón
que se queda en ellos".
Ángel González (1925-2008), "Para nada".
Imagen: Andrew Wyeth, Wind from the Sea, 1948.
Etiquetas: Ángel González, Poesía