miércoles, 27 de junio de 2007

 

Créditos


Estoy hasta las narices de que la gente entre al cine cuando la película está empezando, hablando y sin agacharse, sin pedir perdón ni tener la más mínima vergüenza, como si diera lo mismo, como si no molestaran a los demás, obstaculizándote la vista, obligándote a levantarte para dejarles pasar, a soportar el ruido que hacen y el olor que desprenden al comer palomitas y todo tipo de guarrerías.

De igual modo, estoy hasta las narices de que en muchos cines enciendan las luces y los encargados de la limpieza entren en la sala cuando todavía no ha terminado película.

Asimismo, estoy hasta las narices de que en casi todas las cadenas de televisión den paso a anuncios u otros programas sin que la película que uno está viendo haya llegado a su conclusión, mutilando una parte importante de las mismas, como es la referida a la autoría de casi todas las cosas que aparecen en ella.

Supongo que todas estas cosas obedecen a que la mayor parte de la gente no tiene el más mínimo interés en ver los títulos de crédito.

Pues bien, en mi opinión los títulos de crédito son interesantes y hasta entretenidos en sí mismos. A menos que esté muerto de cansancio, siempre me quedo a verlos. Me gusta ver cómo se llama ese actor desconocido para mi, en qué lugares se ha rodado la película, qué canciones son las que han sonado, etcétera, etcétera.

Pero es que, aparte de ofrecer información, a veces son una obra de arte, joyitas en miniatura. Quizá uno de los responsables de esto sea Saul Bass (1920-1996), un diseñador gráfico newyorquino que a partir de la década de 1950 revolucionó, además del cartelismo fílmico, el mundo de los títulos de crédito, llegando a trabajar con directores de la talla de Preminger, Alfred Hitchcock, William Wyler, Stanley Kubrick, Stanley Kramer, Robert Wise… contando como fiel escudera con su esposa Elaine.

He aquí algunas muestras de su arte:

Billy Wilder - The Seven Year Itch (1955)


Otto Preminger - The Man With The Golden Arm (1955)


Martin Ritt - Edge of the City (1957)


Delmer Daves - Cowboy (1958)


Alfred Hitchcock - Vertigo (1958)


Alfred Hitchcock - North By Northwest (1959)


Otto Preminger - Anatomy of a Murder (1959)


Alfred Hitchcock - Psycho (1960)


Robert Wise - West Side Story (1961)


Stanley Kramer - It’s a mad mad world (1963)


Otto Preminger - Bunny Lake Is Missing (1965)


Martin Scorsese – The Age of Innocence (1993)


Martin Scorsese – Casino (1995)


A Personal Journey With Martin Scorsese Through American Movies (1995)

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Comments:
Y yo que creí que era una friki por llegar puntual, no comer palomitas, no hurgar con las uñas el fondo del cartón, no sorber hasta el paroxismo la agotada cocacola, no desenvolver papelitos de caramelo, no consultar el movil para ver la hora y no levantarme en medio de la escena cumbre a mear...
Me reconforta este post. Gracias.
Una maravilla de Blog.
 
Completamente de acuerdo, ademas no creo que sea una conducta tan rara la de esperarse hasta el final,o al menos disculparse si llegas tarde o quieres salir antes de tiempo por el motivo que sea, es mas bien una cuestión de educación, lo que pasa es que la gente es muy bestia y aprende de sitios como la tele que es una BASURA y DESPRECIAN absolutamente la cultura y la educación que NADA tienen que ver con la libertad y progresismo.
Desde luego estupendas muestras de arte, conocía la mayoría pero otros o no me acordaba o simplemente no los había visto.
 
Sí, yo también me alegro de no ser tan bicho raro por ser educada. Por apagar el móvil, por llegar puntual, por ir cenada, por no hablar ni en voz alta ni en voz baja, por quedarme hasta el final, que es lo que pienso hacer en esta vida... quedarme hasta el final, y por no comer palomitas...

Unos créditos que me gustaron mucho fueron los de Moulin Rouge. He visto varias veces esa película, y siempre, siempre, he visto los créditos

Un abrazo
 
Así me gusta, que te mojes, que escribas tus opiniones y nos cuentes cosas...

Doy fé de ello, he ido mil veces con Memento al cine, e incluso viendo los peores bodrios más comerciales y absurdos (que encima tienen los créditos más largos), me ha tenido en la butaca anclado hasta que desaparece la última letrita.
 
Completamente de acuerdo contigo, yo me cabreo en el cine, son una gran mayoría los que se levantan en cuanto asoma el primer título, se sacuden los restos de palomita, se atusan el pelo, se arreglan la ropa, se cuelgan el bolso, conectan el movil, suena el mensaje de aviso de llamada, todo esto de pie frente a su butaca porque la cola pa salir es interminable, pero siguen de pie.Esperando escapar, es como si les obligaran a ir al cine...
 
Muy curioso esto de los créditos, siempre me había interesado pero nunca me paré a analizarlos desde un pto. de vista artístico. Muy chulo este Bass!
 
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